Las cámaras de videovigilancia o cámaras de seguridad son uno de los pilares fundamentales de un hogar inteligente. Existen muchos tipos de cámara, tando de interior como de exterior, con diversas especificaciones en función del uso que vayas a darle.
El móvil, internet y la evolución de la tecnología han permitido algo que hasta hace poco requería contratar una compañía externa: montar tu propia alarma en casa. Ya sea porque…
Tener una cámara en tu vivienda ha pasado de ser una utopía a lo más normal en la actualidad. La proliferación de las cámaras de seguridad o cámaras de vigilancia dentro de los hogares inteligentes hace que la mayoría de consumidores tengan uno de estos dispositivos en sus viviendas. Si estás pensando en adquirir una cámara inteligente o tienes previsto actualizar la tuya, toma nota de todo lo que debes saber sobre este tipo de dispositivos.
En función de su colocación
- De interior: son cámaras generalmente más sencillas y más económicas. Se pueden utilizar para habitaciones, pasillos o zonas concretas de la casa. Suelen ser además pequeñas.
- De exterior: cámaras diseñadas para aguantar el clima adverso en espacios exteriores. Tanto la cámara como su soporte y cables deben soportar vientos, lluvias o la acción del sol. Son más grandes y resistentes y suelen tener también protección antirobo por si se colocan en zonas accesibles al público general.
En función de su uso
Aquí hay tres tipos de uso básico, aunque la mayoría de cámaras más modernas son capaces de realizar varios o incluso los tres.
- De transmisión: cámaras que se dedican a transmitir ininterrumpidamente lo que están viendo. Para ello suelen tener conexión inalámbrica a internet para que sus imágenes puedan ser accesibles en cualquier lugar.
- De grabación: cámaras que graban continuamente todo lo que ven, generalmente con la presencia de algún tipo de disco duro o almacenamiento interno, o bien apoyándose en un videograbador externo. Normalmente graban hasta que se llena su disco, y luego van borrando los contenidos más antiguos.
- De vigilancia: son las cámaras más modernas que incluyen sensores o algún tipo de procesamiento de imagen, y sólo actúan cuando detectan una señal para la que han sido programadas. Por ejemplo, enviar una notificación a tu teléfono cuando reconozcan cierta cara o a cierto animal. Pueden, así, grabar o transmitir solo cuando hay movimiento, por lo que son más útiles.
En función de su tecnología
Cada cámara puede ser compatible con un tipo u otro de tecnología, o varias de ellas. Algunas pueden requerir el pago de una suscripción mensual o anual por su uso. Lo ideal es que apuestes por la compatibilidad con alguna tecnología que ya utilizas en tu día a día.
- Propia: son las más baratas y por lo general provienen de marcas chinas. Tienen su propia app para móvil, aunque muchas de ellas no la actualizan a menudo. Generalmente solo transmiten, así que olvídate de grabar o vigilar. También se incluyen en este grupo cámaras más complejas que pueden utilizar servidores o grabadores propios, sin conectar con ninguna gran tecnológica.
- Amazon Alexa: compatibles con el asistente inteligente de Amazon. Estas cámaras tienen la ventaja de poder controlarse tanto desde Android como desde iOS desde la app propia de Alexa, así como desde los altavoces y pantallas inteligentes de la marca. Sin embargo, no tienen una integración profunda con ningún sistema operativo.
- Google Home / Nest: compatibles con el asistente de Google, desde que Google compró Nest ofrece además el servicio de almacenamiento en la nube de Nest, donde previo pago se almacena un histórico de las imágenes para poder acceder a ellas en cualquier momento y desde cualquier lugar. Tienen app para iOS.
- Apple HomeKit: compatibles con el sistema de Apple, HomeKit no tiene aplicación Android, por lo que la mayoría de estos dispositivos suelen ser además compatibles con otra tecnología. HomeKit suele ser el extra que permite añadirlos a la app Casa de Apple y ser controlados por Siri.